La pintura se utilizaba para decorar las paredes de templos y tumbas, así como para ilustrar papiros.
Una técnica muy empleada fue la del fresco. Para conseguir los colores los pigmentos se diluían en agua antes de ser aplicados sobre una pared húmeda.
La temática era muy variada y oscilaba entre las representaciones religiosas de carácter simbólico (dioses, ritos) y las escenas de la vida cotidiana ejecutadas con gran realismo. Hay numerosas repesentaciones de plantas y animales.
Los personajes de mayor importancia (faraón, sacerdotes, etc.) se pintaban en mayor tamaño que los de menor categoría.
Rasgo típico de la pintura egipcia es que las figuras se dibujaban de perfil, quedando únicamente de frente el tronco y los ojos.
Otra de sus características es la ausencia de perspectiva y el empleo de colores planos, es decir, sin degradar o difuminar.
Por otra parte, los hombres se representaban con piel más oscura que los de las mujeres.
La tumba de la Reina Nefertari. "Capilla Sixtina del arte egipcio".
Realizaremos la maqueta completa de la tumba o sólo de la Sala del Sarcófago y pintaremos dos de los pilares a escala.
En 1904, el arqueólogo Ernesto Schiaparelli descubrió la espléndida tumba de la esposa favorita de Ramsés II en el Valle de las Reinas. Sus bellas pinturas mostraban las diferentes etapas del viaje de la soberana hacia el reino de Osiris